De pequeño sus padres tenían miedo de que fuera a ser tonto, el profe de griego estaba convencido de que nunca llegaría a nada y cuando acabó la universidad no podía ni conseguir trabajo. Pero este científico curioso, músico, ligón y pacifista, que entre teoría y teoría trabajaba por un mundo mejor, guardaba muchas sorpresas. Nadie imaginaba que se iba a convertir en el genio más famoso, despistado y despeinado de todos los tiempos... ¡y menos que nadie el propio Einstein!
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